Los scones son pequeños panecillos típicos de Reino unido y originarios de Escocia.
La primera vez que ví esta receta fué en el blog de La chica de la casa de caramelo, y siempre había querido hacerla.
Hace tiempo
que la tenía preparada y desde entonces he tenido la oportunidad de
hacer estos bollitos en más de una ocasión, a cada una mejor que la
anterior, son una adicción! Con chocolate, mermelada, miel... las
posibilidades son infinitas y se me hace la boca agua solo de
pensarlo, aquí os dejo con la primera vez que los hice, dejé la
masa preparada del día anterior, por la mañana en un momento los
corté y hornee, y pudimos degustarlos recién hechos y calentitos
para desayunar!!
Ingredientes:
- 500g de harina de fuerza
- 125g de azúcar
- 30g de levadura en polvo
- 125g de mantequilla
- 240ml de leche
Procedimiento:
Se mezclan todos los ingredientes menos
la leche, que se pone al final poco a poco. Amasamos bien hasta
conseguir una mezcla homogénea.
A continuación se alisa la masa y se
cortan en forma redonda, yo utilicé un vaso porque no tenía un
cortador a mano. Los vamos dando la vuelta y poniendo sobre la
bandeja del horno.
Los pintamos con yema de huevo batida y
los horneamos a 150ºC unos 20 minutos (o hasta que estén doraditos)
Al sacarlos, se espolvorea azúcar
glass, se sirven al momento, y a comer!
Se trata de un sencillo y delicioso
dulce, que además se hace en un momento y con muy poquitos
ingredientes, os animo a probarlo!